un lugar que apantalla con sus jardines, pero oh, la habitación que me dieron no tenía ni vistas ni escritorio, ¡qué decepción! además, el desayuno era más simple que un café aguado. esperaba un trato especial, al menos una mejora en la habitación, pero aquí, parece que nadie se esfuerza. casi escribo una buena crítica, pero no pude.

Edificio histórico, jardines bellamente cuidados, piscina de agua salada

El camino de acceso es de tierra, incómodo, y no hay un bar donde tomar algo después del desayuno. La televisión pequeña y con fallos técnicos ¡No avisaron sobre las comodidades disponibles como el café en áreas comunes!!!

La tranquilidad, las vistas y la piscina me dejaron en un estado zen total. La cama cómoda me hizo sentir como una reina. El jardín es un lugar mágico para relajarse.

Aunque las paredes parecen tener eco, ¡la cama se movía más que yo en una fiesta!

El ambiente es hermoso con flores frescas, pero el wifi es lento.

Tranquilidad absoluta, vistas espectaculares. Atención del personal excelente, se nota que se desviven por hacerte sentir como en casa. Desayuno rico y abundante. La habitación súper cómoda, ideal para relajarse. Perfecto para una escapada.

La piscina de agua salada es impresionante y ideal para relajarse. El camino de acceso no está en las mejores condiciones, un poco complicado para llegar. La suite tenía unas vistas espectaculares y el personal se mostró muy dispuesto a ayudar. Falta un poco de información sobre los servicios disponibles como el área de juegos.

la sala de estar es genial para relajarse después de un día explorando, y el jardín tiene una vista espectacular que realmente enamora. además, el personal es súper amable y siempre dispuesto a ayudar. el desayuno, servido desde las 9, es fresco y delicioso.

la iluminación en algunas áreas podría ser mejor 🌟.

La suite era muy espaciosa, con un salón separado y vistas al mar a través de sus grandes ventanas. La decoración de la habitación era encantadora y acogedora, con un ramo de flores que le daba un toque especial. Las molduras y vigas de madera en el techo aportaban un carácter único y acogedor.

El camino de acceso podría ser mejor, no estaba asfaltado.

las vistas desde el jardín son espectaculares. el desayuno fue un poco limitado en opciones.

Un retiro tranquilo con vistas impresionantes

El lugar es un oasis de paz. Disfrutamos de la hermosa piscina de agua salada y de las vistas de ensueño desde nuestro balcón. El desayuno, servido cada mañana, fue un placer, lleno de sabores frescos y abundantes. Recomendamos explorar los jardines en la tarde.

La recepción huele a lavanda y es un detalle que me encantó nada más entrar. La decoración de la masía del siglo XV es impresionante, y me quedé fascinado por las molduras de los balcones y las vigas de madera en el techo. La suite era espaciosa y contaba con una vista increíble al mar, además de mantener detalles rústicos. Sin embargo, el camino de acceso es complicado, lleno de desniveles y un poco incómodo para llegar. La cama resultó ser cómoda, pero hacía ruido al moverme, lo que restaba un poco de intimidad. El desayuno fue abundante, aunque podría mejorar en variedad. A pesar de estos inconvenientes, la atención del personal fue maravillosa, siempre dispuestos a ayudar y hacer que la estancia fuera especial. Definitivamente, un lugar que vale la pena visitar por sus jardines y ambiente.

el lugar es una pasada, super tranquilo rodeado de naturaleza y vistas al mar q son una locura. la piscina de agua salada es lo mejor, ideal para relajarse y el desayuno está bien rico, todo fresco y abundante. los jardines están muy cuidados y son perfectos para echarse unas fotos. el personal es muy amable, sientes q te cuidan y se desviven por hacerte sentir bien.

además, la cama se movía cuando me levantaba, un poco incómodo.

la esencia rústica en cada rincón del hotel

decoración encantadora, vistas impresionantes

falta de sombrillas en el jardín

Ideal para parejas que buscan desconectar

Las vistas desde el jardín son simplemente impresionantes, y gracias a la decoración con muebles antiguos, el lugar te hace sentir como en casa, de verdad. La atención del personal fue excepcional, se notaba que estaban ahí para que nuestra experiencia fuera única, como un buen vino añejado.

No fue barato, pero vale la pena.